domingo, 4 de marzo de 2018

GAIA

¿QUÉ ES GAIA Y A QUÉ SE DEDICA?

Según las propias palabras de la asociación, GAIA es "el resultado de la unión de un grupo de personas con las mismas inquietudes y unos objetivos claros en cuanto a la defensa de los menores tutelados y de las familias educadoras, además de ser un punto de encuentro, un espacio de ocio compartido y un agende de difusión de acogimiento familiar".

Vanesa e Inma comenzaron la charla con un vídeo que ya nos impactó mucho de primera mano, pues era un vídeo grabado por las niños/as de esta asociación, y la letra de la canción está compuesta por palabras clave que reflejan qué supone el acogimiento familiar, el vídeo es el siguiente:



Después, Inma nos contó el caso de Lucas, un niño sobre los 5 años que ella acoge en su casa hasta que su madre normalice su situación, algo que pasará pronto. Inma ya tiene un hijo biológico de 7 años, que ha aceptado plenamente a Lucas como un hermano pequeño. Inma nos ha animado a ser familia de acogida, explicándonos que todos tenemos la fuerza para hacerlo porque, aunque sea duro dejar ir a un niño/a que has criado como tuyo durante un tiempo, lo haces sabiendo que has formado parte de una curación emocional importante. 

Acto seguido, Vanesa nos contó cómo funcionan las acogidas en España y que existen tres tipos:

- Acogida urgente: máximo 6 meses. Es obligatorio que uno de los miembros de la familia no trabaje para poder atender al menor. 

- Acogida simple: de 1 a 2 años como máximo. 

- Acogida permanente: se da lugar cuando el caso del menor es muy complicado o se sabe que la situación familiar no va a mejorar pero los progenitores no renuncian a su hijo/a. No obstante, nunca será 100% permanente pues pueden haber cambios inesperados. 

Yo estuve cuidando de una niña de año y medio en una casa de acogida en Bélgica. La madre de esta niña, llamémosla Ariadna, consumió heroina durante el embarazo; además, era de procedencia desconocida pues nunca enseñó sus papeles y, el padre, no reconoció al bebé como propio. Así pues, en el hospital con días de vida, se llamó a Iris, la madre de acogida, para que se encargara de Ariadna hasta que se arreglara la situación con la familia biológica. Iris no tuvo ningún tipo de ayuda, al no reconocerse esta hija como suya, Iris   tuvo que meter a Ariadna en una guardería con apenas semanas de vida y, además, como la niña sigue indocumentada, no puede viajar con ella, una de sus pasiones. 

Yo me encargué de Ariadna durante mes y medio, cuando Iris fue operada y no podía coger en brazos al bebé. A partir de esta experiencia, me acerqué al mundo de las acogidas y sufrí de la mano de Iris lo que supondría perder a una niña que has criado desde que nació y la ayuda tan sacrificada y voluntaria que supone ser familia de acogida. 

Por esta razón, me emocionó mucho la charla de Inma y Vanesa, pensar que habrá niños pasando por calamidades en su familia biológica u otros criándose en instituciones, sin una figura que le de cariño o referencias de lo que es una familia. 

Espero que todas mis compañeras se animaran a ayudar como voluntarias en GAIA, porque desde luego yo me informaré. 

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